En 2030 la inversión estará dominada por los países en desarrollo

 

En menos de una generación, los ahorros y la inversión mundial quedarán bajo el dominio de las naciones en desarrollo, según indica el recientemente publicado informe Global Development Horizons(Horizontes del desarrollo Capital for the Future Saving and Investment in an Interdependent Worldmundial o GDH, por sus siglas en inglés).

El informe se llama: Capital for the Future: Saving and Investment in an Interdependent World’ (Capital para el futuro: Ahorro e inversión en un mundo interdependiente”), se prevé que la proporción de los países en desarrollo en la inversión global se triplicará en 2030, hasta alcanzar tres quintas partes, de una quinta parte que era el nivel correspondiente en 2000. En 2030, la mitad de la acumulación mundial de capitales, equivalente a US$158 billones (en dólares de 2010), se ubicará en el mundo en desarrollo, en comparación con menos de un tercio hoy en día. Este flujo se dirigirá principalmente a Asia Oriental y América Latina.

Factores determinantes a estos son los mercados mundiales, políticas macroeconómicas sólidas y mejoras en educación y salud. Otro factor importante es el crecimiento de una población joven. En el año 2020, a menos de siete años desde hoy, el crecimiento de la población económicamente activa del mundo estará determinado exclusivamente por los países en desarrollo en especial África Subsahariana y África Meridional.

El informe contempla dos escenarios: por un lado según la velocidad de convergencia del mundo desarrollado y por otro países en vías de desarrollo en términos de ingreso per cápita, y el ritmo de las transformaciones estructurales (finanzas, calidad de las instituciones) en ambos grupos. El escenario uno implica una convergencia gradual entre ambos, mientras que en el escenario dos, el proceso es mucho más rápido.

En ambos escenarios, el empleo en el área de servicios en los países en desarrollo dará cuenta de más del 60% del total de los puestos de trabajo en 2030, y éstos representarán más del 50% del comercio mundial. Este desplazamiento ocurrirá junto con cambios demográficos que aumentarán la demanda de servicios de infraestructura. En el informe también se menciona el envejecimiento de la población en Asia oriental, Europa oriental y Asia central, donde se experimentarán las mayores reducciones en las tasas de ahorro privado. Los cambios demográficos pondrán a prueba la sostenibilidad de las finanzas públicas (ya de por sí muy mermadas en muchos países) y surgirán complejos desafíos en materia de políticas públicas a partir del esfuerzo por reducir la carga de la atención de salud y las pensiones sin imponer severas dificultades a los ancianos.

En el escenario de convergencia gradual, China dará cuenta del 30% de la inversión mundial en 2030, mientras que Brasil, India y Rusia juntos, se harán cargo de otro 13%. Habrá una mayor dispersión de la riqueza entre los países pero esa igualdad no significa que no vayan a existir grupos humanos excluídos de esa igualdad. En el informe se revela que los grupos menos educados de un país tienen poco o ningún ahorro, lo que indica falta de posibilidades para mejorar su capacidad generar ingresos y, para los más pobres, de escapar de la trampa de la pobreza.

Por zonas.

Asia oriental y el Pacífico verá caer su tasa de ahorro, mientras que las inversiones disminuirán incluso más, aunque seguirán altas en comparación con los niveles internacionales. Esta zona experimenta un gran dividendo demográfico puesto que por cada 10 personas económicamente activas hay menos de cuatro que no están en edad de trabajar, la menor tasa de dependencia del mundo.

Europa del este y Asia central tendrá una tasa de crecimiento de la población igual a cero. El envejecimiento de la población hará que se modere la tasa de crecimiento.  También se enfrentarán considerables presiones fiscales a partir del envejecimiento. y muchos países se encontrarán con dificultades para mantener las pensiones y la atención sanitatia.

América Latina y el Caribe a pesar de ser una zona del mundo con escaso ahorro privado la demografía jugará un papel positivo. Se prevé la caída de las tasas de dependencia hasta 2025 y hay crecimiento moderado. Eso llevará  aun alza de los propios ingresos y a una menor desigualdad que tienen el potencial no solo de impulsar el ahorro nacional sino también de romper las trampas de la pobreza perpetuadas por el bajo nivel de ahorro de los hogares pobres.

Oriente Medio y Norte de África se espera un envecimiento de la población. La región ostenta la tasa más baja de uso de instituciones financieras para operaciones de ahorro entre los hogares de ingresos bajos. Esta zona sufre una transformación de los modelos familiares, de uno donde viven varias generaciones a otros núcleos familiares más pequeños.

Asia meridional mantendrá grandes tasas de inversión mientras que el ahorro caerá considerablemente, lo que implica grandes déficits en cuenta corriente. Esta es una región joven y alrededor de 2035, probablemente tendrá la mayor relación entre población activa y no activa del mundo. Se prevé un desplazamiento de los sectores agrícola y manufacturero al sector servicios en ocho puntos, más de dos tercios de los actuales.

África al sur del Sahara: la tasa de inversión se mantendrá estable gracias al sólido crecimiento de su población joven y con ello de la fuerza laboral. El envejecimiento no será un poblema y será la única región que no verá caer su tasa de ahorros. Además, tendrá la mayor necesidad de inversiones en infraestructura en las próximas dos décadas (en relación con el PIB).

El informe completo se puede descargar pulsando en los enlaces de esta página  (en inglés).

fuente: Banco Mundial